Días de lluvia, nubes, frío y ganas de sentir el calor de los de casa…esos recuerdos me traen a mi cabeza momentos únicos, vividos en un sitio inolvidable como es la Masia restaurante Can Mauri. Estar trabajando fuera de tu país, siempre te hace pensar y bueno, el invierno y el frío, te hacen desear más aún, el volver a casa.
Época de calçots con salsa romescu
En casa, siempre era tradición, en época de calçots, ir a la Masía Can Mauri a disfrutar de una velada entrañable, con su menú de calçotada, en el que poder disfrutar de la tierna cebolla regada en la salsa surgida de la mezcla de aceite, vinagre, almendras, ñoras, ajo, tomate y pan tostado con la sal al gusto. Recuerdos de tradición, con amigos, en entornos familiares y con los productos más típicos de la tierra.
Calçots de temporada en Can Mauri
Por eso, siempre que puedo, me gusta volver a Can Mauri, porque sé que voy a disfrutar de la tradición, el buen comer y sobre todo, el buen hacer de un entorno familiar y único, en el que da igual si llueve, nieva o por el contrario hace calor, porque los lugares que te permiten tener recuerdos bonitos con amigos y familia, son aquellos que en la distancia te permiten seguir queriendo volver a tu casa, a tu hogar y a tus tradiciones.
El invierno, se me hace más duro, pero por suerte los recuerdos que tengo de estos meses de frío, nieve y lluvia son agradables porque en Can Mauri, cada año celebrábamos una calçotada en la que disfrutar de la salsa romescu bañando los calçots, todo aderezado con dosis de risas en familia.
Está decidido, antes de que acabe la temporada de calçots, tengo que ir a casa y hacer una visita a la masía. Seguro que así la vuelta a este lugar, no me resultará tan extraña y siempre me acordaré de que al mal tiempo…salsa romescu.
